Café
El café debe ser caliente como el infierno,
negro como el diablo, puro como el ángel y dulce como el amor.
Charles Maurice De Talleyrand
Contigo se me inunda la mirada
de lluvia de estrellas,
de la más cercana luna creciente,
y de sonidos de sierra nocturna.
Contigo hay neblina matutina todo el día,
huelo a café maduro,
a ciruelas, aguacate
e inmaculado cacao.
Contigo se antoja el olor de húmeda tierra
de cosechas, de milpas
de sol y de espigas mojadas
Contigo percibo el hacha,
las primeras lluvias de julio,
el sudor,
lo erecto de tus ojos negros,
el canto del suelo
y como desgranas sobre mí, tu mirada.
Contigo se antoja café en la mañana.
Uno Puede
Uno puede extrañar el mar y el olor del café,
uno puede extrañar el aire y el pan,
los días soleados y hasta los malos
pero uno no puede extrañar ciertos ojos,
ciertas pestañas, o cierto rizado del cabello.
No, eso no es normal.
Uno puede morirse de tristeza,
pero uno no debe morirse de tristeza,
por falta de una voz, por falta de un cuerpo,
de una risa, de una mirada,
de una nostalgia que acariciar.
Uno puede extrañar, a veces, el olor del café.
Fabiola Morales Gasca. Titulada del Instituto tecnológico de Puebla en la Licenciatura de Informática y egresada de la Maestría de computación en la Facultad de Ciencias de la Computación de la BUAP. Los últimos años lleva aprendiendo el oficio de Escritura en talleres literarios en la Casa del Escritor y en la Escuela de Escritores. Terminó el Diplomado en Creación Literaria en la SOGEM de Puebla. Ha publicado en suplementos literarios de la ciudad y en algunos blogs a nivel nacional. Autora de Poemas para tarde de Lluvia y de Nostalgia 2014 y “Crónicas sobre Mar, Tierra y Aire” 2016 editado por la BUAP. Seleccionada en diversas antologías de México, España y Paraguay. Es una lectora voraz y escritora incansable.