Por David Taboada Pérez
La música ha significado muchas cosas, no solo para los compositores y los oyentes, si no, también para los intérpretes. En esta ocasión les traigo algunas de las canciones que reflejan más que solo ritmo y tiempo, sino que tienen consigo un mensaje más profundo dentro de sí. En algunas escucharemos historias reales, y en otras escucharemos poemas tan profundos que la música se filtra por la ventana llevándose nuestra alma a donde solo el tiempo puede ser infinito y el alma libre.
La primera canción de la que hablaremos tiene que ver un poco con la historia de Cuba, esta historia se desarrolla en los años 1600 y trata de la violencia en la cual se desenvolvían los esclavos afrocubanos, dentro de algunos libros que tratan la historia de la canción afirman que el autor Joe Arroyo un día estaba leyendo un libro acerca de la esclavitud y violencia que se llevó a cabo, así que dentro de él entendió la situación que presentaba y se animó a escribir la canción que -como dato curioso- la letra no tiene un final establecido, algo más que hay que agregar es que el compositor es Álvaro José Arroyo González, nacido en Cartagena de Indias, un día 1 de noviembre de 1955 a continuación les dejo la letra para que la chequen.
Quiero contarle mi hermano un pedacito de la historia negra,
De la historia nuestra, caballero
Y dice así:
Dice
En los años mil seiscientos
cuando el tirano mandó
las calles de Cartagena
aquella historia vivió.
Cuando aquí llegaban esos negreros
africanos en cadenas besaban mi tierra
Esclavitud perpetua
Esclavitud perpetúa
Esclavitud perpetua
Que lo diga Salome
y que te de
llego, llego, llego
Un matrimonio africano
esclavos de un español
él les daba muy mal trato
y a su negra le pegó
Y fue allí, se rebeló el negro guapo
tomo venganza por su amor
y aún se escucha en la verja
No le pegue a mi negra
No le pegue a la negra
No le pegue a la negra
Óye man
No le pegue a la negra
no le pegue a la negra
no, no, no, no, no, no
no, no, no, no, no, no
Oye esa negra se me respeta
eh que aún se escucha, se escucha en la verja
no, no, no, no, no
no, no, no, no, no
no, no, no, no, no le pegue a la negra
Negra que me dice…
No le pegue a la negra
no le pegue a la negra
no le pegue a la negra
no le pegue
Y con ustedes… Chelito de Castro
Vamos a ver que le pegue a jeva
por que el alma
que el alma, que el alma
que el alma, que el alma se me revienta
Eh, no, no, no, no, no, no le pegue a mi negra
por que el alma se me agita mi prieta
El Chombo lo sabe
y tu también
no le pegue a la negra
Rubén Blade es conocido en el mundo de la música como el intelectual de la salsa, sin embargo, hay muchas leyendas acerca de este músico. Para los que no lo conozcan, nació en la ciudad de Panamá en julio de 1948 hablaremos de él por una de sus canciones más famosas, nos estamos refiriendo a la tan aclamada durante el boom de la salsa nos referimos a Pedro Navaja, para los que no sabemos Pedro navaja supuestamente está inspirada en un famoso padrote que cuenta como el peor día de su vida es asesinado en manos de una mujer a la que odio. Empero la realidad es otra, esta canción originalmente fue inspirada en una canción llamada Mack the Knife que fue escrita por Bobby Daryn en 1959 y ésta, a su vez, está inspirada en un poema del ingles Bertolt Brecht quien narra la historia de un asesino, que si bien no es lo mismo que Pedro navajas, retoma muchos aspectos líricos que se ven claramente en la letra. A continuación les dejaré las dos para que ustedes juzguen y saquen sus conclusiones.
Por la esquina del viejo barrio lo vi pasar
con el tumba’o que tienen los guapos al caminar,
las manos siempre en los bolsillos de su gabán
pa’ que no sepan en cuál de ellas lleva el puñal.
Usa sombrero de ala ancha de medio la’o
y zapatillas por si hay problemas salir vola’o,
lentes oscuros pa’ que no sepan que está mirando
y un diente de oro que cuando ríe se ve brillando.
Como a tres cuadras de aquella esquina una mujer
va recorriendo la acera entera por quinta vez
y en un zaguán entra y se da un trago para olvidar
que el día está flojo y no hay clientes pa’ trabajar.
Un carro pasa muy despacito por la avenida,
no tiene marcas pero to’s saben que es policía.
Pedro Navaja, las manos siempre dentro del gabán
mira y sonríe y el diente de oro vuelve a brillar.
Mientras camina pasa la vista de esquina a esquina,
no se ve un alma, está desierta to’a la avenida,
no se ve a nadie y esa mujer sale del zaguán
y Pedro Navaja aprieta un puño dentro el gabán.
Mira pa’ un lado, mira pa’l otro y no ve a nadie
y a la carrera pero sin ruido cruza la calle
y mientras tanto en la otra acera va la mujer
refunfuñando pues no hizo pesos con qué comer.
Mientras camina del viejo abrigo saca un revolver, esa mujer,
y va a guardarlo en su cartera pa’ que no estorbe,
un 38 Smith and Wilson del especial
que carga encima pa’ que la libre de todo mal.
Y Pedro Navaja puñal en mano le fue pa’ encima,
el diente de oro iba alumbrando toda la avenida,
mientras reía el puñal hundía sin compasión
cuando de pronto sonó un disparo como un cañón. PPPPPPUUUUU MMMMMM
Y Pedro Navaja cayó en la acera mientras veía a esa mujer
que revolver en mano y de muerte herida a él le decía:
«Yo que pensaba hoy no es mi día, estoy sal’á,
pero Pedro Navaja, tú estás peor, no estás en n’á'».
Y créanme gente que aunque hubo ruido nadie salió,
no hubo curiosos, no hubo preguntas, nadie lloró,
sólo un borracho con los dos cuerpos se tropezó,
cogió el revólver, el puñal, dos pesos y se marchó.
Y tropezando, se fue cantando desafinao
el coro que aquí les traje, y mira el mensaje de mi canción:
la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida, ay Dios,
Pedro Navaja matón de esquina,
quien a hierro mata a hierro termina…
La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida ay Dios.
Maleante pescador, el anzuelo que tiraste,
en vez de una sardina un tiburón enganchaste.
La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida ay Dios.
ocho millones de historias tiene la ciudad de Nueva York.
La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida ay Dios.
Como decía mi abuelita:
El que ríe último se ríe mejor.
La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida ay Dios.
Cuando lo manda el destino no lo cambia ni el más bravo,
si naciste pa’ martillo del cielo te caen los clavos.
La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida ay Dios.
Oh, the shark, babe, has such teeth, dear
And it shows them pearly white
Just a jackknife has old MacHeath, babe
And he keeps it, ah, out of sight
Ya know when that shark bites with his teeth, babe
Scarlet billows start to spread
Fancy gloves, oh, wears old MacHeath, babe
So there’s never, never a trace of red
Now on the sidewalk, huh, huh, whoo sunny morning, un huh
Lies a body just oozin’ life, eek
And someone’s sneakin’ ‘round the corner
Could that someone be Mack the Knife?
There’s a tugboat, huh, huh, down by the river don’tcha know
Where a cement bag’s just a’drooppin’ on down
Oh, that cement is just, it’s there for the weight, dear
Five’ll get ya ten old Macky’s back in town
Now d’ja hear ‘bout Louie Miller? He disappeared, babe
After drawin’ out all his hard-earned cash
And now MacHeath spends just like a sailor
Could it be our boy’s done somethin’ rash?
Now Jenny Diver, ho, ho, yeah, Sukey Tawdry
Ooh, Miss Lotte Lenya and old Lucy Brown
Oh, the line forms on the right, babe
Now that Macky’s back in town
I said Jenny Diver, whoa, Sukey Tawdry
Look out to Miss Lotte Lenya and old Lucy Brown
Yes, that line forms on the right, babe
Now that Macky’s back in town…..
Look out, old Macky’s back!!
De esta canción hay muy pocas cosas que decir, el autor es el mismo Rubén Blade. Al salir y popularizar a la gente con su canción se filmó una película a la cual no le pareció, entonces en un intento por cambiar el destino del personaje compone un nuevo final para el famosísimo Pedro Navaja, no quiero espolearles más así que no les diré en que termina la canción mejor escúchenla por ustedes mismos lo que si les dejo la letra .
El borracho paró de cantar y se puso a contar su buena
fortuna, el barrio estaba dormido; llena brillaba la luna.
De pronto, un ladrón salpicado en neón, saltó como un tigre
desde el callejón y le puso al borracho un «Magnum» frente
a la cara; y le dijo, -«entrégalo todo, o se dispara»…
El borracho temblando le entregó al ladrón lo que acababa
de encontrar, un «Smith & Wesson», unos pesos y un puñal;
el ladrón, asombrado, le preguntó, -«Y tú qué haces con
todo ésto?»… mejor será que me cuentes toda la historia;
y ojalá que la huma no afecte tu memoria».
A veces hablar resulta esencial, pero otras veces es mejor
callar porque a veces hablar resulta un error mortal.
Con la información que el borracho le dio a tres cuadras al norte
el ladrón encontró los cuerpos de una mujer y el de un hombre
en un gabán, tirados sobre la acera en posición pre-natal.
El ladrón con el pie sacudió a la mujer, a ver si reaccionaba;
cómo nada pasó, se agachó y la buscó a ver si algo encontraba
y no halló nada.
La la la la la la la la la la la la la la la (bis)
El ladrón dirigió su atención hacia el cuerpo del hombre en el gabán.
Sobre él se agachó, y lo reconoció por el diente de oro que llevaba;
-«Ay, pero si es el viejo Pedro Navaja»-; y empezó a burlarse de él
mientras lo registraba.
La la la la la la la la la la la la la la la (bis)
A veces hablar resulta esencial, pero otras veces es mejor callar
porque a veces hablar resulta un error mortal.
Como un rayo le entró la navaja buscando dentro de su cuerpo el
alma; el ladrón sintió la luna quemándole la entraña; Y vió el más
grande milagro de su vida: -Murió viendo al sol salir de una boca reída!
La la la la la la la la la la la la la la la
Pedro tomó su papel de identidad y se lo puso al ladrón en el bolsillo
de atrás del pantalón para confundir la investigación. Pedro, herido
de bala, recogió su otro puñal, él siempre trae encima dos, cuando
sale a trabajar; y del barrio hasta la luna brilló su carcajada;
La la la la la la la la la la la la la la la.
La vida te da sorpresas, oye camará!
La la la la la la la la la la la la la la la
¿Estos novatos qué creen? ¡Sí éste es mi barrio papá!