Por: Leonardo Herrera
Fotos: Karen Rojas
El 5 de enero de 1688 falleció en Puebla la Princesa Mirra, hija de un Rey Mongol. Ella fue secuestrada y vendida como esclava, en una misión jesuita fue bautizada cómo Catarina de San Juan y traída a México, en donde, Miguel de Sosa la compró por diez veces más lo que el virrey había ofrecido por ella.
Durante su vida adorno su ropa con chaquiras, canutillos, lentejuelas y bordados a la usanza hindú, creando una combinación que incluía características indígenas que fue imitado por las mujeres de su época. Ella nació en 1609 y ha pasado a la historia como la “China Poblana”.

