Por: Leonardo Herrera
Fotos: Jaime Cid
La historia de la Rosca de Reyes es muy antigua, hay quien asegura que los romanos solían celebrar a Saturno colocando una moneda dentro de un pan, quien la encontraba se convertía en rey por un día.
La historia cristiana cuenta que al nacer Jesús, el rey de los judíos, tres Reyes Magos llegaron del oriente a Belem, guiados por una estrella, para adorarlo.
Le llevaron como regalo oro, incienso y mirra. A este encuentro se le llamo epifanía, que significa manifestación y se recuerda cada 6 de enero.
Los Reyes, en su paso por Judea hablan con el Rey Herodes y este, teme perder su trono, por lo que manda a sus soldados a matar a todos los niños. Sin embargo, José y María huyen con el bebé y se refugian en Egipto.
Fue durante el reinado de Luis XV que la Rosca de reyes se difundió por toda Europa, convirtiéndose en la tradición que llega hasta nuestros días.
Al llegar a México se fusionó con la riqueza gastronómica y podemos disfrutar de una gran variedad de ingredientes y sabores.
En México acostumbramos que quien tiene la fortuna y le toque muñeco en su rebanada, se convierte en madrina o padrino y el 2 de febrero, día de la candelaria, se festeja con atole y tamales.



