Por: Enrique Taboada
Bienaventurados los que tienen hambre y
sed de justicia, porque ellos serán saciados.
Mateo (5:6)
Es bien sabido que Génesis era siempre el origen de todas las revoluciones, sucedió en alguna provincia fuera de la caótica ciudad, que solía purgar nuestro héroe, podría decir que desde que había incendiado la torre latinoamericana había tomado cierta popularidad en todo el país haciendo una revuelta entera.
Eran los días de verano, el gobierno, al decir gobierno me da tanto asco no por el significado, sino, por los que están arriba sin decir nada, sucedió que impusieron un impuesto por hacer arte en la calle, a nadie le gusto el nuevo impuesto mucho menos salir a la calle y tener una etiqueta.
Sucedió que una violinista fue golpeada, ella era una integrante del escuadrón de Génesis, ella mando carta y al día siguiente ahí estaba él sin máscara, para los que tengan duda de como es el rostro de génesis no es muy diferente al mío y al tuyo.
-Esto es un atropelló el arte es la expresión de libertad, es el alimento del alma y el espejo de la realidad; un día observe a un pintor, al día siguientes me regaló un retrato con mi mascara y mucha esperanza, tenemos que actuar, tenemos que detener esto-.
Estas fueron sus palabras cuando yo lo conocí, me ganaba la vida escribiendo poemas y vendiéndolos, ahí estábamos la violinista, el mimo, génesis y yo. Después del pequeño discurso se colocó la máscara, una negra completamente, me ordeno hacer un panfleto, invitamos a todos los artistas, desde músicos, payasos, mimos todos aceptaron, todos los artistas más que dinero, mas que tener para comer querían expresarse, y yo también sentía esa necesidad horrible de conectarme con todos y con nadie.
Llegó el día, era domingo, en pleno zócalo a las 12 de la tarde, Génesis con una trompeta comenzó a tocar un Jazz de Coltreain, era increíble escucharlo, nadie sabia de su don con la trompeta ni mucho menos que tocara esas notas, la policía cultural venia con sus terribles macanas, entonces comenzó la diversión, nadie sabia de donde salía tantas personas, malabarista, tipos vestidos con grandes colores, era una fiesta, era como si A day in the life sonara por todas partes, un ejercito de 50 policías fue a parar la fiesta que teníamos, entonces paso lo impensable, las mismas personas que nos miraban se colocaron haciendo un muro, ellos avanzaron, entonces decidimos atacar, bolsas de colores sobre los policías culturales, repartimos a la gente y esta nos ayudaban, era colorido hasta cierto punto artístico, la policía no le quedo otra que desplegarse, era una batalla ganada, escuchamos un disparo entre nosotros, un payaso lanzó un disparo al aire y después apuntaba a Génesis.
El lo miro fijamente, iba apretar ese gatillo cuando de un puñetazo en la cara lo dormí, Génesis, me dedico la siguiente pieza era Clow de un jazzista olvidado, la fiesta siguió hasta muy tarde, la mecha se habían prendido, el pueblo había demostrado que iba a salvar la libertad de hacer arte, y sobre todo su libertad, desde ese momento sabía que tenía otra obligación que era la de mostrar la verdad, la que importaba, Génesis tenía que regresar a la lucha yo volví con él.